Cristina
Carillas de porcelana superiores
El caso de Cristina es bastante habitual: de pequeña había necesitado ortodoncia durante seis años, lo que le provocó una sensibilidad dental muy aguda. Además, con el tiempo, notaba que sus dientes cada vez eran más pequeños y oscuros, y que tenía la sonrisa más envejecida.
La solución a su problema fueron las carillas de porcelana. Cristina quería un resultado natural, no una sonrisa artificial. Le hicimos un estudio para que pudiese ver el resultado final con anterioridad.
Lo que más valora es la atención recibida, que el equipo escuchase todo su caso y cómo se sentía. Aunque tenía horarios complicados, la detallada planificación le facilitó mucho todo el proceso.
El resultado final fue incluso mejor de lo esperado. No solo por la estética de los dientes en sí, sino porque toda su cara y su expresión parecían más saludables. Con ello, la expresión de su sonrisa fue cambiando, ganó en confianza y seguridad.